Los jueves Vermigor (sesiones 10 y 11)

Los jueves Vermigor (sesiones 10 y 11)

Dejamos nuestra última sesión de juego con algunos de los personajes delante de la muerte de Laurantia a manos de una elfa oscura. El combate parecía inevitable y, aunque sólo había una contrincante y el grupo iba acompañado de varios soldados del ejército de la marca, su oponente no tuvo problema para escapar en las narices de todos tras paralizar a varios de ellos y esquivar con facilidad los ataques del resto, no sin antes dejar muerta en el suelo a Úrsula, la maga recientemente unida al grupo justo antes del asedio al castillo de Ermegar (el jugador que llevaba a Úrsula pasó a llevar desde este momento a Laurana, quién acababa de ver morir a su madre y buscaba venganza)

 

Solaire y los soldados que lo acompañaban se unieron al resto de compañeros en unos minutos e intentaron perseguir a la elfa oscura que se les había escapado en sus narices hacia los pisos inferiores. Eso les condujo a una sala en la que se encontraron cara a cara con una medusa que les puso en muy serias dificultades, pues debieron luchar contra ella sin mirarla directamente para no caer convertidos en piedra como le acabó pasando a Lauranna. Sin embargo esto fue la perdición de la medusa quién fue ejecutada por su superior, la elfa oscura que había matado a Laurantia unos minutos antes, de un sólo golpe. Pero el combate con la elfa oscura acabo mal para ella, aunque logró dejar inconsciente a Solaire de Astora, no pudo con el resto de integrantes del grupo que seguían vivos.

 

Y con esto terminamos el feudo en llamas. El castillo de Ermegar soportó el asedio de sus enemigos con éxito y aunque Varos de Ermegar sobrevivió, acabó cómo un muerto en vida, mirando al vacío, pues su esposa murió a manos de sus enemigos y su hija recién rescatada terminó convertida en piedra en el salón de baile de la familia…

 

 

Y tras una pausa que ha durado todo el verano (en qué hemos estado jugando a otros juegos), este septiembre hemos vuelto a Vermigor, y esta semana pasado empezamos El Corazón de la Oscuridad, la tercera y última parte de la trilogía del Trono de Niebla.

 

Tras los acontecimientos del asedio, nuestros aventureros a los que se les ha unido Julius, un aprendiz de mago que vivía y aprendía sus artes con el mago de la corte recibieron un mensaje desde Marvalar en qué se comunicaba que la capital también había sido atacada y se instaba a la corte de Ermegar a enviar una leva de soldados para poder proteger el reino.

 

Solaire se puso enseguida a organizar sus tropas para dirigirse a Marvalar. Isabelle de Ermegar dejó cómo Senescal a Sarkus Donovan mientras Varos fuera incapaz de gobernar, y decidió ir en representación de la casa Ermegar. Se unieron a ellos también Brunn, la clérigo enana que perdió a su hermano durante el asalto al castillo y también Perian Piefirme el halfling que se dedicaba a ser el bardo de la corte y que decía no soportar ver así al conde y no poder hacer nada para animarle.

 

A la llegada a Marvalar fue evidente que esta había sido atacada. Tras ordenar a los guardias de la puerta de la ciudad que hablaran con sus superiores para alojar, y dar trabajo, a los soldados que llevaban, la comitiva se fue directamente hacía la corte para ver cómo podían ayudar. En el camino a través de la ciudad Solaire se dio cuenta que Isabelle y Perian se habían quedado atrás para hablar entre ellos y que Isabelle estaba llorando. Perian confesó ser el asesino del hijo de Isabelle de Ermegar por estar bajo amenaza de Folken Guinot quién descubrieron, al llegar a la fortaleza, que era el actual regente de Marvalar, junto con el astrólogo Radhovar Khan, en la ausencia de la reina Vigdis, quien había desaparecido bajo el suelo de la ciudad buscando de dónde habían salido las criaturas que atacaron la ciudad. Pero la situación era todavía peor si cabe: la reina había dejado por escrito que no enviaran soldados en su ayuda y que, si no volvía en un mes, entregaran el trono al siguiente en la línea de sucesión.

 

Nuestros aventureros no tardaron en acusar al actual senescal del reino de traición, esgrimiendo cómo argumento el blasón de su casa escondido en la empuñadura del caballero negro que intentó matar a Varos de Ermegar en su castillo unos días antes, sin embargo Folken Guinot no dio ninguna importancia a la acusación y les ofreció pagarles para intentar rescatar a la reina del subsuelo de la ciudad. Ellos no eran soldados y por tanto no desobedecía a la reina haciéndolo de este modo. Y ordenó a la guardia real que, en cuánto quisieran nuestros protagonistas, les indicaran por dónde había bajado la reina a las cloacas de la ciudad para que pudieran encontrarla.

 

Los guerreros del Draco se fueron del palacio buscando los bajos fondos de la ciudad, pues querían seguir la pista de la Rosa Negra, que habían encontrado en la cripta del castillo de Ermegar. Esto les llevó a la Bota Negra, una posada dónde se reunia la más curtido de los bajos fondos de la ciudad y en la que aceptaron salvar al hijo de un contrabandista de la situación en la que se encontraba: este se había endeudado con el propietario de la posada (y capo de la mafia de la ciudad) siendo obligado a bajar a la mazmorra que hay bajo la Bota Negra y a no regresar hasta poder pagar la deuda. Su padre había pagado la deuda pero nadie iría a buscar a su hijo…

 

El contrabandista ayudó a los personajes a comprar equipo para bajar a la mazmorra y pagó el precio por poder entrar en la mazmorra sin endeudarse.

 

Y así dejamos nuestra primera sesión del Corazon de la Oscuridad, con los personajes a punto de bajar a una mazmorra a buscar al hijo de un contrabandista y con un mes de tiempo para encontrar a la reina Vigdis antes que sea sucedida en el trono por el siguiente en la línea de sucesión, sin saber quién puede ser.

 

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