Los Jueves Vermigor (sesión 7)

Los Jueves Vermigor (sesión 7)

Como cada jueves que podemos nos volvimos a reunir para seguir jugando la campaña del Trono de Niebla. La semana pasada, cuándo el grupo estaba decidiendo si separarse para intentar reunir todas las compañías del ejercito de la marca acantonadas en la región más rápido, o seguir todos los personajes juntos, la jugadora que lleva a Nimue, la paladina del grupo, expuso un argumento que hizo decidir al grupo: “mejor seguir juntos, si no vamos a morir todos”. Estas palabras parecieron proféticas, pues en la última sesión de juego hubo bajas en el grupo. Vamos a ver qué pasó el jueves pasado jugando el módulo…

 

Pacto de Cenizas

 

Dejamos la última sesión después de eliminar a un centinela que vigilaba una entrada secreta en un lateral del menhir de los ancestros y con la duda de si habrían sido oídos o no, y parece que hubo suerte. En un primer momento.

 

Minervo el gris intentó tirar unos clavos en el pasadizo que descendía hacia las profundidades para ver si había algún tipo de trampa. Lo que no sé esperaba era el chillido que surgió del interior del pasadizo, seguido de algunos ruidos… Entraron en el túnel y, llegados hacia la mitad del camino, empezó a sonar el chillido otra vez. En ese momento no tuvieron problemas en ver de dónde venia el chillido, de una especie de hongo situado cerca del suelo al final de pasillo. Un disparo de ballesta certero terminó con el problema, pero el sigilo dejó de ser una opción.

 

Llegaron hasta el final del pasillo dónde descubrieron una gran sala semiesférica llena de los soldados de la marca ligados de espaldas de cuatro en cuatro y con una pequeña fuerza armada de orcos, hombres lagarto y gnolls que, bajo las órdenes de dos elfos oscuros, los iba introduciendo en un portal, situado al otro lado de la estancia, que llevaba a lo que parecía ser una ciudad subterránea.

 

Al estar avisados con antelación,sus enemigos habían podido organizar sus defensas y estaban esperando a lo que fuera que viniera por el pasillo. Los personajes intentaron montar un plan que pasaba por trabarse en combate dos de ellos para dejar pasar a otros dos por los flancos y que fueran a rescatar a los prisioneros antes que desaparecieran por el portal, pero mientras trazaban el plan sus enemigos cerraron filas alrededor del pasillo y no dejaron pasar a nadie.

 

El combate fue corto y muy duro, hasta el punto que Minervo, el mago del grupo, fue el primero en perder la vida, y al poco le siguió Elias, el clérigo. Tras ver que trabarse en combate había terminado con la vida de dos de sus compañeros Nimue embistió a sus enemigos para intentar llegar a los prisioneros que, aún ligados de manos y de espaldas unos a otros, intentaban dificultar la labor de sus captores. Nimue logró desatar a un grupo de cuatro prisioneros que se pusieron en seguida manos a la obra para recuperar sus armas y liberar a sus compañeros. Una vez logrado esto los elfos oscuros desaparecieron a través del portal y dejaron a sus esclavos atrás para que murieran a manos de los soldados.

 

Unos 60 soldados del ejercito de la marca fueron salvados en esa batalla por la que dieron la vida Minervo y Elias. Una pira junto a los soldados caídos fue su funeral.

 

(nota de sistema: Vermigor, y supongo que por extensión la mayoría de juegos OSR, son muy duros a niveles bajos con las batallas y, si los jugadores se limitan a quedarse ante su adversario y fiarse de los dados, tienen muchos números de acabar criando malvas. El combate tuvo, des de mi punto de vista, dos fases muy diferenciadas: los primeros asaltos, en qué los personajes se quedaron pegando golpe, recibiendo golpe, y una segunda parte en que Nimue forzó la situación embistiendo con el escudo, sin hacer mucho daño pero rompiendo la línea enemiga, que les permitió ir liberando soldados y solucionar el problema que tenían entre manos. Me gusta que se recompensen las ideas por encima de las estadísticas.)

 

Tras la batalla, la capitana Gera de la compañía Quimera, escuchó lo que les explicaban los personajes y se puso a su total disposición para decidir cual debía ser el próximo movimiento. Finalmente se decidió que ella movilizaría a sus tropas y nuestros protagonistas, con los caballos que les prestaba, iban a avanzarse para movilizar a las dos compañías que debían encontrarse acantonadas al este esperando una invasión ungolita.

 

Antes de marcharse se les unió Leroy Jenkins (ladrón neutral) un soldado que, con el permiso de la capitana Gera, se unió al grupo (y uno de los jugadores que perdieron a su personaje ya pudo volver a la partida).

 

De camino al campamento se encontraron con un grupo de necrófagos que estaba atacando a cuatro hombres, de los que uno ya estaba en el suelo sin dar señales de vida. (este encuentro fue breve y nos dio la oportunidad de ver cómo funciona el combate montado que, todo hay que decirlo, es mortal para el que juega con desventaja). A los supervivientes del ataque los convencieron para ir con ellos hasta el campamento, aunque les retrasar un poco, ya que si no iban a ser pasto de los monstruos que atacaban a cualquiera bajo el influjo de la luna de sangre.

 

Antes de dejar la hondonada en la que tuvo lugar el enfrentamiento, un portal se abrió y apareció la que se presentó cómo Úrsula Carmesí (maga neutral) que había sido enviada por Fistan el mago tras predecir que iban a necesitar esa ayuda (y así, con la entrada de este personaje ya volvíamos a tener a todo el grupo pudiendo jugar otra vez).

 

Pronto llegaron al puesto de avanzada del campamento. Tras saludar a los guardias y ver que estaban comiendo caza con tranquilidad, se presentaron ante el capitán Gadiel Dijon de la compañía Mantícora. Pero poco a poco se dieron cuenta que alguna cosa extraña pasaba en este campamento de avanzada:

 

-Laurana recordaba a Gadiel, pero él no la recordaba a ella, además no se comportaba con los modales a la que estaba acostumbrada.

-Leroy se dió cuenta que, aunque no conoce a todo el mundo en el ejército, no había ningún soldado, excepto el capitán, al que reconociera.

-Uno de los soldados tenía manchas de sangre y además el uniforme les iba un poco pequeño.

-Algunos de los hombres llevaban armas que no eran las reglamentarias del ejército de la marca

-En un lateral de la zona en la que estaba el puesto de avanzada había una zona de tierra que tenía un color diferente, cómo si hubiera sido removida recientemente.

 

Y hasta aquí llegamos en la sesión anterior. A ver que sucederá el próximo jueves…

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